Imagina un mapa en el que los lugares se llamaran con su nombre original, el que le pusieron sus descubridores o sus antiguos habitantes. Algo así es lo que han hecho los creadores del Atlas de los Nombres Verdaderos, cuyo resultado es asombrosamente parecido a los imaginados por Tolkien para la Tierra Media...
Así quedaría España, desde ese peculiar punto de vista.
fuente: fogonazos.blogspot.com
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